Un poco de historia
Hace tiempo emprendí la aventura de escribir un blog, más como pasatiempo y forma de diversión que como tarea seria. Como resultado… pocas y desorganizadas entradas.
La cosa empezó con blogger y poco a poco la dependencia de tener que tener un cliente específico o tener que estar editando online hacían que cada vez me costara más. Probé a usar scribefire pero tampoco tuve mucho éxito.
Como siempre, la falta de tiempo y la necesidad de tener una forma más rápida y sencilla de crear los post, poder revisarlos, poder insertar trozos de cógio fácilmente… eran las excusas que ivan sumando para abandonar la tarea que había empezado.
Estos días atrás oí hablar de jekyll y jekyllbootstrap pero no terminaba de animarme ni de obtener un resultado que me convenciera a la primera.
Pero he encontrado el proyecto octopress, un framework para jekyll que simplifica la necesidad de tener que crear tus propios HTML y CSS.
La página del proyecto muestra una documentación sencilla y clara de cómo instalar y personalizar el blog
¿Y por qué cambiar?
Si escribo poco y apenas le dedico tiempo… ¿por qué cambiar? Básicamente por tres razones:
- Seguir aprendiendo ruby
- Seguir aprendiendo Git
- Seguir divirtiéndome
Existen otra serie de factores que me han animado al cambio.
Más útil para un desarrollador
La sintáxis de código es más sencilla y automática, con múltiples opciones y recursos. Desde la inclusión en línea del código,
1 2 3 | |
hasta la posibilidad de hacerlo disponible bajo descarga
1 2 3 | |
Edición del post fácil y cómoda
Con cualquier editor, de forma sencilla, en markdown
1 2 3 | |
Previsualización del blog offline
Tan sencillo como
1 2 | |
y tendré en mi máquina local la versión completa de mi blog.
Integrado con las páginas y repositorios de github
Al tener el blog dentro del repositorio de github puedo enlazar las páginas de los proyectos y llevar el control de versiones de todos los post.
¿Esto hará que escriba más post? No lo sé, pero he pasado un rato divertido y… he aprendido mucho.